Tengo
la cabeza hecha un caos, un agujero de bala en mitad del pecho, un
álbum de fotos que evito mirar,
unos recuerdos pegados a la piel,
y
un par de lágrimas en los ojos que no dejan de caer.
Tengo
en una esquinita de mi alma un pedazo del ayer,
una
promesa y un te quiero, que dejaron de florecer.
Tengo
un gran miedo y una pizca de amor que sobrevive,
siento
frío e indiferencia por tal de olvidar.
Tengo
tanto que recordar y tan poco que olvidar,
que
a fin de cuentas... No tengo ná.