Hay días en
los que pensamos las cosas de verdad y salen con mayor seriedad, dejamos de
soñar por un momento; en teoría, días algo fastidiosos. Si te paras a pensar
las cosas con claridad, de repente todo se vuelve extraño, como si estuvieras
en una montaña rusa; y ya se sabe, en la vida a veces estás arriba y otras
abajo, como en dicha atracción.
Pero no
viene nada mal esto, al contrario; te hace soltar mucho y madurar. Porque
comprendes lo que de verdad merece la pena, aunque en el fondo te joda un poco…
Por ejemplo,
admito que escribir es mi gran pasión, y que uno de mis mayores sueños sería
que me editasen un libro; en fin, básicamente el sueño de cualquier escritor.
Pero por otro lado si lo pienso no es tan fácil ni mucho menos, el trabajo que
conlleva y no se, no solo eso. Bueno en fin; que puedes arriesgar, pero siempre
y cuando las circunstancias sean algo adecuadas, no a la ligera, pues el chasco
podría ser mayor.
Aunque por
otro lado, y algo contradictorio, sigo pensando que es importante seguir los
sueños, no tiene porque ser ya; de decir lo quiero hoy... pero si
poco a poco, y día tras día con cada pequeño paso que des estarás más cerca de
tu meta. Hasta que llegue ese día en el que digas: ¡ya está, al fin lo
conseguí! J