domingo, 5 de julio de 2015

El deseo de soñarte




Tengo la costumbre de mirarte en silencio y disfrutar de tu sonrisa.
La dichosa manía de interpretar cada gesto, cada mirada y cada palabra.
La necesidad de soñar contigo casi a diario y desearte con toda mi alma.
Tengo la sonrisa alborotada, cada vez que te veo y escucho mi nombre a través de tus labios.
Tengo el deseo de desnudarte en cuerpo y alma, y entregarte hasta el último pedacito de mi ser.

Y es que llegas y retiras el sudor de mis ojos, para hacerme reír a carcajadas. Entoces, me pregunto... ¿cómo no iba a quererle?

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