miércoles, 14 de diciembre de 2016

Te acercas o te vas




Podría amputarte de mi vida como al que le cortan un brazo porque no está sano, pero se que sufriría, y sufro por tenerte a la vez que no.

Eres algo intermedio, distante y un puente entre mi corazón y mi cordura, a veces me saturas, me desquicias y no se porque me aferro tanto a ti, si en el fondo es de esperar que todo acabe mal.
No pretendo adelantarme a nada, tampoco te idealizo demasiado, quiero verte sin anestesia, pero sentirte más cerca, tan solo eso.

Que no hayan ningún tipo de dudas y nos lancemos como aquel que se lanza al vacío sin miedo, por puro placer y por la necesidad de sentir esa adrenalina.

Te conviertes en una droga necesaria, que me engancha y me hipnotiza, pero sin embargo a veces siento ese frío que a ratos nos distancia.

Sólo quiero tenerte entre mis brazos, charlar por horas bajo la luz de la luna, rozar tus labios y tu piel, y sobre todo, sentir ese calor que se que guardas y entregarte poco a poco mi corazón que aún envuelto y dañado te espera con ansia.

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