En la comisura de tus labios,
hayo mi deseo más profundo.
Como un colibrí que me seduce con su aleteo,
y le sigo sin pensarlo.
Una especie de droga, de lo más dulce y sutil,
labios de encanto, labios carnosos y llenos de miel.
Me miras y me pierdo, y solo me hayo en esa sed.
Sed de ti, que me enloquece, con solo verte sonreír.
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