miércoles, 22 de enero de 2020

La luna y el sol












Y al raso del sol, 
la luna se ocultaba.
Por no querer verla brillar, 
de ella se apartaba.

Luna y Sol, como noche y día,
¿quién diría que tan bien se etenderían?

Estaba tan agazapada la luna,
que el sol le molestaba.
¡Que asco de luz!, así misma
se decía.
Pretendiendo que al amar la oscuridad,
la luz desaparecería.

Pero se cansó, se hartó de la noche
y de quedarse a ver las estrellas,
al final acabó tan harta de 
cuentos como de tormentas.

La luna quería brillar por si misma,
quería volar como las aves,
y creer en locas fantasías.

Todo aquello que le parecía 
imposible un día, tal vez...
Solo tal vez, con paciencia
lo alcanzaría.

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