viernes, 22 de abril de 2016

El desvelo de tu ausencia


Hay noches en las que recuerdo su aroma, el tacto de su piel y su sonrisa y el resto se me olvida. 
Se me cae el mundo encima, al saber que ya no me mira, 
ni me siente, ni volveré a ser el motivo de su risa.

Y es que hay días que se tornan infinitos 
y necesito de un suspiro que anide en mi corazón, 
hallar esa droga que ilumine mi alma, que en penumbra se encuentra desde que se fue.

Pero por más que pasan las horas y los días, 
he de confesar que no le olvido ni por un instante. 
Él fue luz, calor, risas y amor sincero.

No se, no se que más decir... simplemente, que lo quiero como jamás quise a ningún otro. 
Con la pureza más sincera y con las letras más bonitas 
que jamás escribí para nadie.

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