No te puedo prometer nada,
pero si te puedo asegurar que si me quieres,
yo te querré el doble.
Y que a veces mi corazón siente algo de frío,
pero intento abrigarlo para que no se congele.
En el fondo sólo tengo ganas de una caricia,
un buen beso y en definitiva de un amor verdadero.
No te prometeré la luna ni las estrellas,
pero si te quedas aquí a mi lado un ratito,
puedo regalarte una sonrisa y un enorme abrazo.
Y aunque a veces parezca de piedra, soy frágil.
Necesito unas manos sinceras en las que entregar mi cariño,
una chispa que me encienda y me ilusione, pero sin miedos.
Tengo la loca necesidad de amar sin medidas
y entregar lentamente el corazón
hasta caer rendida por la pasión.
Hambre de caricias, de besos, de afecto,
de sentirme humana
y poder ser débil sin temor a fraguarme.
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