jueves, 16 de agosto de 2018

Esperanza



















Tenía la esperanza, por pequeña que fuera,
de volver a tenerle cerca.
Pero no... Como una de esas tantas veces,
se disipó todo antes de que me diera cuenta.
Yo quería darle un huequito en mi corazón y se fue...
Simplemente cerró la puerta.
Y me duele más de la cuenta, como si me amputaran un brazo, o una pierna.
De repente me falta el aire y las fuerzas,
es como volar y que te dejen caer sin cuerda.
Esa maldita esperanza que está ahí para nada,
solo para mantener un poco de oxígeno,
y subsistir, aún sabiendo que te asfixiarás a fin de cuentas.

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