Niño de ojos azules como la mar,
cabellos dorados como el sol
y piel blanca como la cera.
Ay niño, que no daría yo por tenerte a mi lado y disfrutar de tu sonrisa.
Con tu risa juguetona alivia mis males, mi niño, mi sol y mi brisa.
Cuando llueve en mi cabeza recuerdo tu nombre y todo se me olvida.
Si te siento cerca ya soy invencible, eres fuerza, eres luz y eres vida.
Dame de tus besos que quiero beber,
dame tu mirada y te haré enloquecer.
En esos ojitos tan llenos de batallas y de vida se puede ver el infinito mar.
Y en esa sonrisa tan tuya en la cual me conquisto, siento que puedo con todo y más.
Pídeme la luna si la deseas y la tendrás a tus pies,
o el sol y las estrellas, pero sonríe y quédate.
Ay niño, de ojos azules y cabello dorado
¡que no daría yo por tenerte a mi lado!
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